El gorila, el hacedor, el bibliotecario, el viejo facho que odian los jóvenes y los comunistas, el “mejor escritor de
Un loco de mierda que en 1917 escribió poemas a favor de la reciente Revolución Rusa (aun inéditos), un loco lindo que participo de la fundación del movimiento Ultraísta en España, un loquito que recibió a las madres de plaza de mayo en el
El candidato eterno a un Nobel que nunca llegó a causa de sus patéticas declaraciones políticas, fue uno de los mejores escritores de la literatura Hispano Americana y mundial. Ese viejito ciego que coqueteo con las elites más altas del país y los intelectuales más europeizantes del Siglo XX fue argentino. Un adelantado a su época, un escritor que roza lo universal, que escribió para lo póstumo y la humanidad toda. Que planteo “la teoría de las cuerdas" en su cuento “El jardín de los senderos que se bifurcan” varios años antes de que los científicos descubrieran dicha teoría. Un loco en fin que escribía excelente y se punkeaba en eso, un genio literario que me enseño que “un símbolo, una rosa te desgarra /y te puede matar una guitarra”. Todo eso y todo lo demás.
Raro, un tipo sombrío y taciturno que recorría las bibliotecas y los libros como laberintos indecorosos y verdaderos. El loco Borges, “los libros de ciego”, cosas que descubren un aroma verdaderamente fantástico y mítico, llenando de palabras nuestros actos mas (y menos) solemnes. Hay varios Borges, pero el mío es el Borges heterodoxo, la bestia poética que asoma cada noche en cada calle de Buenos Aires y cada pueblo de
En fin, el Borges Beat y verdadero miembro del Boom Latinoamericano: en el cielo como siempre, Borges in the sky with Diamonts.