Los discos perdidos: De tiempo en el momento de la explosión

Vení, te vamos a arrancar las entrañas - dicen los Niños con Bombas; pero con una voz amigable, muy cariñosa. Y lo cierto es que nadie sabe mucho de esta banda, nadie recuerda haberlos visto y en Musimundo sólo discos de Callejeros. Una mixtura como de Babel; pero anarquista. O sin dios, ni fronteras, que es casi lo mismo. Dos latinos perdidos en la inmensidad de Europa, escapando de Pinochet, del postPinochet y del quilombo punkneoliberal. Finalmente se radican en Hamburgo. Una carrera atropellada y un poco psicótica, como sus temas: podés viajar desde los riffs irracionales, el hardcore, las bases protoheavymetal a la tranquilidad del jazzlatino, al ska. En cualquier idioma que ustedes puedan entender (o no): Español, portugués, francés, inglés, alemán. Nada de eso es en vano, se puede oler la multinacionalidad, se puede escuchar.


Su carrera es efímera, y no muy prolífica. En 1998 graban El niño, un disco muy bueno; pero nada comparable con su predecesor, un E.P. presentación, grabado en el año 1997, a través del desaparecido (o al menos eso creo yo) Grita*: De tiempo en el momento de la explosión: Un festín de sonidos caóticos y machaques desesperados, una fuerte influencia de ritmos latinos y viajes jazzeros. Eclecticismo sonoro e idiomático, que son los dos pilares de un sonido perfecto. Una rapsodia punk, con mensajes confusos, y, a su vez, una profunda convicción: "Coca y coca-cola son bolas que rolan, te colan, te aplastan BUM! Si no te apartas, es sólo chatarra, montañas de lata sobre tu cabeza - que parcialmente te ciega y no te deja ver así tu verdadero mundo - curvo y oscuro, azul y puro" Dice Limbo Lingo, un tema casi rapeado con un devastador riff de bajo "Venga, no se detenga que no hay verdad y no existe quién la tenga".
El tiempo... nos regala muchos ambientes, dignos de ser escuchados. De la locura hardcore de Anarco Salsa, a la perfección grunge de Supernatural. No es un disco para todo el mundo, ni para escuchar mientras leés. Hay que prestar mucha atención; la música es muy descontraturada y libre, sin muchos prejuicios y demasiados detalles. Y rápido, muy rápido.


Bajalo acá



*Sello independiente que también editó discos de los TTM, y la Polla Records. ¿Más? acá

Segunda Entrega - Borges in the sky with Diamonts.



El gorila, el hacedor, el bibliotecario, el viejo facho que odian los jóvenes y los comunistas, el “mejor escritor de la Argentina” (Según el Canon académico y algunos intelectuales muy intelectuales como Beatriz Sarlo y Piglia). Todo esto es relativamente verdadero, pero Borges también fue, entre otras cosas, un loco de mierda.

Un loco de mierda que en 1917 escribió poemas a favor de la reciente Revolución Rusa (aun inéditos), un loco lindo que participo de la fundación del movimiento Ultraísta en España, un loquito que recibió a las madres de plaza de mayo en el 83’, cuando nadie las quería recibir y mientras Sábato “paladín de la democracia” se regodeaba entre las masas Alfonsinistas. Un loco de mierda que se autoproclamaba anarquista (“Me he afiliado al Partido Conservador, lo cual es una forma de escepticismo [...] Creo que con el tiempo mereceremos que no haya gobiernos” Prologo del Informe de Brodie) y apoyó a todos los Golpes de estado de la historia Argentina, ceno con Videla y fue Director de la Biblioteca Nacional gracias a la Libertadora. Pero el siempre fue de derecha (no andaba de acá para allá como Aguinis o Ernestito) y sinceramente un tipo que se mentaba el universo en forma de biblioteca no creo que entienda mucho de política.

El candidato eterno a un Nobel que nunca llegó a causa de sus patéticas declaraciones políticas, fue uno de los mejores escritores de la literatura Hispano Americana y mundial. Ese viejito ciego que coqueteo con las elites más altas del país y los intelectuales más europeizantes del Siglo XX fue argentino. Un adelantado a su época, un escritor que roza lo universal, que escribió para lo póstumo y la humanidad toda. Que planteo “la teoría de las cuerdas" en su cuento “El jardín de los senderos que se bifurcan” varios años antes de que los científicos descubrieran dicha teoría. Un loco en fin que escribía excelente y se punkeaba en eso, un genio literario que me enseño que “un símbolo, una rosa te desgarra /y te puede matar una guitarra”. Todo eso y todo lo demás.

Raro, un tipo sombrío y taciturno que recorría las bibliotecas y los libros como laberintos indecorosos y verdaderos. El loco Borges, “los libros de ciego”, cosas que descubren un aroma verdaderamente fantástico y mítico, llenando de palabras nuestros actos mas (y menos) solemnes. Hay varios Borges, pero el mío es el Borges heterodoxo, la bestia poética que asoma cada noche en cada calle de Buenos Aires y cada pueblo de la Pampa. El Borges de “El Sur” y “El inmortal”, del los poemas 1968, Everness, y Buenos Aires. El que nunca escribió una novela porque lo consideraba algo demasiado pretencioso. El Borges que al recibir (ya viejito) el beso de una muchacha que se fuga después de dárselo, le grita: “Disculpe, usted me ha conmovido”. Ese ciego antiperonista que conoció su ciudad como ningún otro peronista, ese que es el prototipo de escritor argentino, al cual acudimos cada vez que hablamos de otro escritor argentino.

En fin, el Borges Beat y verdadero miembro del Boom Latinoamericano: en el cielo como siempre, Borges in the sky with Diamonts.



Bienvenidos al mercado

Dentro de poco Banksy y una retrospectiva en el Guggenheim, y ya se van nuestras esperanzas al carajo. No falta nada para que las calles entren al museo.
Y de hecho ya ha pasado (Los graffitis en las galerías del Soho, años 80’s)
Pero...
No hay peros. El mercado decide. Ese mismo que ya decidió que las cebras en formol del ladri de Hirst eran piezas exquisitas y, claro, una inversión a largo plazo de lo más interesante.

Damien Hirst era un pibe punk, de los suburbios de Londres. Amigo de Joe Strummer. Miembro de los Young British Artists, que de youngs y artists cada vez tienen menos. Fan de los Sex Pistols. Su mami le quemaba los discos. Todo un personaje.
Parece, sin embargo, que el do it yourself le quedó chico en cuanto se enteró que haciendo cosas horribles podía ganar plata. Y mucha.

Pequeño manual ilustrado para el artista de hoy:
Usted, aspirante a artista, o artista, se preguntará "¿Cuál es la fórmula?". A continuación, y en sencillos pasos le revelaremos el secreto.


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Taxidermia (animales + pecera + formol) + sobrevaloración por parte de la prensa = dinero... digo, talento.

Dejemos de lado su intención artística, que en definitiva ni a él le interesa, y hablemos de su... ¿cómo le dicen los medios? Ah!, sí, revolución. Ja. Revolución en el mundo del arte. Interesantísimo, como si fuese algo radical que un snob haga arte por plata: sí, sí, algo fresco y nuevo.
Básicamente: el tipo agarró sus obras (como ya dijimos, animales en formol) y las llevó a Sotheby’s, una importante tienda de subastas londinense, para venderlas sin intermediarios tipo marchantes o galeristas, los cuales en muchas ocasiones cobran comisiones de un 50%. Hasta ahí bien. Siempre he creído que se puede prescindir de ese sector del arte, y que de hecho son trabajos bastante parasitarios. Al terminar la subasta y conocer los resultados (ni siquiera les voy a contar la cifra obsena) Hirst dijo: “amo el arte”

Ama tanto el arte que ya ni siquiera hace sus obras, sino que terceriza el trabajo: tiene un taller, tal vez fábrica a estas alturas, donde un ejército de obreros hace el trabajo manual, parte quizás más noble del proceso artístico, aunque los filósofos griegos opinaran lo contrario. Discúlpenme, eso para mi es algo más cercano al diseño, que al arte.
Un asco, un asco total: el ex punk se ha convertido en tapa segura de Forbes. Aplaudamos, es un tipo exitoso. Otra vez la calle pierde. O mejor dicho, se vende.











Esto ni siquiera intenta ser una crítica de arte, ya que de su obra me limitaré a decir que me parece una mierda, al menos su serie taxidermista, el resto merece un capítulo aparte.
Sólo digo: cuando se ponen precios, se pierde el valor. He aquí el terrible ser o no ser del arte.

Ellos (y desde allá, no desde acá) deciden. Nosotros, ni en posición de hacedores o espectadores vamos a cambiar las modas o las reglas del mercado mundial.
Por eso te digo, a vos guachín, que te gusta el arte, hacerlo o mirarlo, tal vez escupirlo; ni media galería, ni medio marchante: a las calles, a internet. Son los únicos espacios donde todavía es posible no desvalorizar una obra.
Les cabe, por forros, por parásitos, por generar ganancias en nombre de una de las pocas cosas que no debería tener precio.


*El rectángulo emula una pecera, para los que todavía no descifran el jeroglífico.

Los discos perdidos: I Just Shot Myself in the Foot Again

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Un viejo gordo y feo, solo. Una casino vieja. Todo eso en un escenario chico, muy chico. Algún festival perdido, doce o trece personas que no pueden, ni quieren, prestar atención. El viejo solo tiene la casino, y una expresión de terrible frustración; pero alegre, alegre frustración. Ahora Morrisey o R.E.M. llenan grandes teatros, venden sus discos por una multinacional o algún sello independiente lleno de plata. Pero no piensa en eso. Mira, entre tema y tema, la precaria iluminación. Presenta a tres músicos que no se acuerdan los temas, y piden disculpas con la mirada, cuando Mark los increpa. El público lo entiende, le tiene un poco de pena. Esa que se les tiene a los viejos, gordos, feos, que intentan seguir siendo eso que alguna vez fueron. Jóvenes.
El viejo es Mark Mulcahy, un sobreviviente de la música indie, del postpunk. Pero la historia no es tan simple como eso; porque incluye giras con The Sugarcubes, discos producidos por The Smiths, y una lenta caída hacia el olvido. Igualmente no quiero contarles de eso ahora, quiero hablar de Mark, ni siquiera, quiero contarles de un disco de Mark: I Just Shot Myself in the Foot Again. Formalmente es un E.P. grabado en el año 2000. Un adelanto de lo que sería el disco más reconocido de su carrera solista, Smilesunset. Pero es mucho más que eso, muchísimo más: El disco esta rodeado por un amable ambiente folk, muy guitarrero, melodías simples y una punzante intensión de desgarrarte el pecho de tristeza. Se puede escuchar la resignación viajando desde los auriculares hasta la parte blanda de tu espina, como el sollozo de un gatito agonizando. La sensación primera es devastadora. No puedo explicar bien como una música tan amable, tan simple, puede despertar nervios tan sensibles. Las canciones te cachetean desde el primer acorde. Todo es tan colorido, tan simpático y, a la vez, tan gris.
El tema que resume lo que quiero explicar se llama 900 Yards Away, que se descarta con una frase terriblemente sincera: "Y si gano, bueno, en realidad voy a perder". Y de eso está repleto el disco. "Se acabo la fiesta chicos, no queda otra cosa que cagarnos en nosotros mismos, reírnos, pasarla como el otro y hacerlo de la mejor forma posible". Eso hace Mark.
Este es un disco que merece ser escuchado, y que no tendría que estar fuera de ningún ranking; pero las cosas son así: nunca vamos a encontrarlo.

Los invito a escucharlo.

Tres grandes Escritores - 1º entrega : Julio Cortázar



¿Pensaste en conocer a dos o tres grandes escritores que te volaran la cabeza?

No, te estoy dando mucho crédito: vos nunca pensaste.

Pero bueno, alguien debe haberlo hecho por vos y por mí, y por nosotros.

No importa mucho quien es ese alguien que pensó pero creo que, al igual que yo, puso tres nombres en la delantera de aquel equipo, soberbio equipo, injusto como todo seleccionado (en el cual muchas veces lo potencialmente superior queda afuera por culpa de la inexperiencia, la tradición de viejos héroes que debemos seguir respetando o simplemente porque no hay nada mejor que lo que consideramos mejor).

Elijo el tres porque es un número injusto, impar, feo pero valiosísimo, sino vean acá.

Bien, esta trilogía de autores no es casual ni azarosa, sino necesaria y caprichosa. Ellos me han enseñado mucho, son los que mas han marcado mi forma de ver el mundo, escribir y la Historia de la Literatura del Siglo XX. Serán tres entregas que apareceran en este espacio de forma anacrónica.

Los presento en orden de ¿importancia?: Julio Cortázar, Jorge Luis Borges y Charles Bukowsky (en realidad estoy mintiendo, porque debería poner a Roberto Bolaño en vez de Cortázar, Sabina en vez de Buk. y a Rodolfo Walsh en vez de Borges, pero ya lo advertí , toda selección es mentirosa, hoy se me dio por elegir (mentir) a estos).

Fue una elección ecléctica, desmesurada e histérica pero considero que hay algo que los une: los tres escriben bien.

El genial Cortazar, que en ráfagas de psicodelia sesentosa nos ha demostrado las imágenes mas extrañas de la manera más hermosa, y encima haciéndolas pasar por vulgares y rutinarias acciones, actitudes, hechos o cosas.

Entro a Cortazar culpa de un libro que alguien se había olvidado en mi casa (aunque tiempo después supe que ya había entrado muchísimo tiempo atrás en mi vida, de manera inesperada, en la escuela primaria), era una edición de clarín con Santillana: “Historias de Cronopios y famas / Un tal Lucas”. Cuando lo empecé a leer no podía creer cuanta irracionalidad desbordaban sus paginas, me volvía loco, ese tipo era un Punk, definitivamente, pero terrible (claro eso pensé hasta que leí amor 77 y supe que mas que punk era un hippie de mierda) y honesto. No podía dormir por las noches con mi nuevo descubrimiento, sus páginas fueron devoradas de la manera más dañina y salvaje posible, era un frenesí de literatura. Entre esos dos libros que se juntaban en un solo tomo había varios años de diferencia (el primero escrito en 1962 y el segundo en 1979) y sin embargo las transformaciones que Cortazar experimento en el plano Ético y político de su vida en (justamente) ese periodo no se trasladaban a su estética siempre pulida y precisa (aunque si cambiaron sus intereses).

Creo que el placer que sentía al leer las historias de esos cronopios y los demás personajes funestos , chistosos, tontos y surrealistas que completaban el libro no lo volví a sentir en toda mi adolescencia. Aunque, debo admitir, ese es el problema fundamental de la literatura de Cortázar (y de los Rusos también, me atrevo a decir): que después de determinada edad, calculo que a los 25 o antes, sus textos ya no producen lo mismo, son mas densos, cansan al lector; puesto que el lector ha madurado y ya no es tan fácil sorprenderlo con, por ejemplo, un oso que recorre las cañerías de tu edificio sacando la patita por la canilla.

Cortazar es un buen poeta, un novelista admirable y un excelente cuentista. Yo considero, aun sin haber leído más que de una forma Rayuela, que la novelística de Cortazar es absolutamente inferior a sus cuentos (aunque superior a sus poemas). Esto no es infundado, sus cuentos tienen ese “clic” que nos hace dar vuelta la cabeza luego de haberlos leídos, tanto los cortos como los largos. Y sus poemas son lindos, desvariados, infantiles, surreales, pero no del todo convincentes.

Luego las lecturas mas sorprendentes, esos cuentos a los que volvemos (y volveremos sin importar la edad) siempre: Casa Tomada, Continuidad de los Parques, El Perseguidor y otros por demás geniales (Juan agregaría “Las babas del diablo” por ejemplo).

Pero Julio me enseño a ver lo mágico del mundo en detalles inverosímiles, a encarar como una aventura toda acción humana, desde tomar un café a ponerse un pulóver, en esos instantes cualquier cosa es posible. Luego a lo largo de los días vividos, caemos en la cuenta de que el mundo tiene un gran realismo “mágico” que se encuentra constantemente en la nimiedad de las cosas y no es una metáfora, sino una realidad que nos dio a conocer un tal Julio, un día cualquiera no es cualquier día.